Tiro al pichón, duelos de pistolas y el malabarismo son disciplinas que no figuran en el programa de los Juegos de Río 2016, pero hubo un tiempo en que tomaron parte en la competición olímpica.
Tiro al pichón
El tiro al pichón (obviamente con palomas vivas) figuró por primera y única vez en el programa olímpico en París 1900 y durante la celebración de esta prueba se mataron alrededor de 300 pájaros.
El belga Leon de Lunden fue campeón al derribar 21 aves, una más que el francés Maurice Faure, y el australiano Donald MacIntosh fue tercero con 18 pichones muertos.
Duelos con pistolas
También hubo disparos en 1912, en Estocolmo, cuando figuró en el programa olímpico el duelo con pistolas, inspirado en los tradicionales duelos por el honor celebrados al amanecer.
Pero esa vez no hubo fallecidos, sino que los contendientes tenían que disparar sobre unos maniquíes vestidos con levitas y en el que la diana se ubicaba en la garganta.
Malabarismo
El malabarismo con mazas, precursor de la gimnasia rítmica, fue deporte olímpico en San Luis 1904 y en Los Ángeles 1932.
El estadounidense George Roth ganó el oro en 1932 cuando los Juegos se celebraron en medio de la Gran Depresión. Los historiadores aseguran que Roth estaba sin empleo, ganó la medalla de oro y regresó a casa haciendo auto-stop.
Juego de la cuerda
Las cinchadas o juego de tirar de la cuerda, tan popular en los juegos escolares en aquella época, formó parte del programa olímpico de 1900 a 1920.
En 1908, el oro fue ganado por un equipo de la policía británica, pero la victoria conllevó una polémica, ya que sus competidores estadounidenses protestaron por el calzado utilizado por sus rivales.
Un artículo de la época asegura que los policías compitieron "con unos zapatos enormes, muy pesados, de hecho, sólo con un gran esfuerzo podían levantar sus pies del suelo".
Salto
El salto en altura sin impulso también figuró entre las modalidades deportivas que compitieron de 1900 hasta 1912.
El tres veces medallista de oro, Ray Ewry, también fue el plusmarquista mundial con un salto de 1,65 m en 1900, pese a que el estadounidense se pasó su niñez en una silla de ruedas paralizado por la polio.