Otra notable largada -de quinto a segundo- que no sirvió de nada. Tampoco que durante las dos primeras vueltas luchara por la victoria. Todo fue en vano.
A partir de la vuelta 5 de 20 el auto comenzó a perder rendimiento.
De allí en adelante fue solo una carrera de supervivencia para ir cayendo hasta el sexto lugar y sostenerlo como se pudiera.
Solo a manejo pudo aguantar hasta la última vuelta un sexto lugar con un Dallara/Mazda en el que el equipo Belardi trabajó tras la carrera del sábado pero...quedó peor.
Si abría la puerta, otros cuatro pilotos lo iban a pasar. Pese a ser 1,5 segundo más lento que el peor auto en pista, igual Santiago Urrutia (Belardi) estaba a punto de conseguir -al menos- salvar el sexto lugar.
Pero a falta de tres curvas el neumático trasero derecho explotó. El uruguayo sostuvo el auto como pudo y en tres ruedas llegó a la meta para finalizar en el lugar 11.
Es increíble. Tremendo esfuerzo para nada.
Este año el equipo además de no encontrarle la vuelta a la puesta a punto no solo del auto de Urrutia sino de los otros dos, encima, pasan estas cosas.
El campeonato empezó a transitar su segunda mitad y se puso más cuesta arriba de lo que se preveía.
Por ahora, solo queda disfrutar las maniobras de Santiago Urrutia jugado al ataque…
Ayer volvió a repetir con magistral largada. Pero de nada sirve si vuelta tras vuelta el auto pierde rendimiento.