A Jhonatan Esquivel siempre le gustó el fútbol y aunque su padre lo convenció para practicar remo él seguía corriendo detrás de la pelota. A los 13 años, cuando ya medía 1,80 m, participó en una regata de su club, Country El Pinar. "Perdí con un chiquito de 11 años que medía 1,20 m. Eso me tocó el orgullo", cuenta.
Así empezó la historia de Esquivel que ahora con 27 años se apronta para cumplir su sueño olímpico como el heredero de la rica historia del remo uruguayo.
Los golpes deportivos lo hicieron fuerte. En 2005 fue al Sudamericano junior (sub 18) de Porto Alegre como suplente después de haber ganado dos bronces en 2004. "Ese año no había entrenado tanto, pero verlo de afuera me hizo jurarme que nunca más iba a ser suplente".
Los efectos se vieron de inmediato. En 2006 participó del histórico cuádruple par que fue campeón junior en Asunción y 14º en el mundial de Ámsterdam.
Su salto a la selección mayor llegó con una gran cantidad de medallas sudamericanas y en los Juegos Odesur de Medellín 2010 dio un salto de calidad al ganar la medalla de plata en el single, bote en el que competirá en Río.
Londres 2012 fue su objetivo como singlista. "Estuve casi seis meses concentrado en Carmelo entrenando de cara al Preolímpico y 20 días antes Leandro Salvagno, que estaba en España, pidió para competir", recuerda.
"Toda la preparación la hice con el bote de la selección, pero como la competencia interna era por clubes no pude usar ese bote. Me fui a mi club de Argentina, San Fernando, a entrenar los últimos 15 días y traerme un bote. Cuando lo fui a entrar a Uruguay la aduana me lo trancó. Quedaban cuatro días para el clasificatorio y se dio una situación de mucho nervio. Al final, un socio de Montevideo Rowing (su club desde 2007) me prestó un bote el día antes. Apenas lo pude acomodar a mis medidas y remé incómodo. Perdí las dos regatas con Leandro y no pude ir al Preolímpico. Fue el golpe más duro de mi carrera".
A Esquivel le tomó seis meses digerir su eliminación. "Dudaba si volver o no; al Sudamericano de 2013 no quise ir".
"Volví porque me convenció la gente del club y mi familia", dice.
Esquivel ya estaba vinculado a la actividad laboral: "En 2008 hice un curso de personal trainning y desde 2011 trabajo en Montevideo Rowing como profesor en la sala de musculación del club", dice.
Con dos Juegos Odesur a cuestas, tres Juegos Panamericanos y dos mundiales sub 23, el remero de Rowing estaba listo para dar el gran salto de su carrera.
El desafío le llegó en marzo de este año en el lago Curauma de Valparaíso, donde en 2004 defendió por primera vez a Uruguay ganando con 16 años dos medallas de bronce en el Sudamericano junior.
Esquivel terminó sexto en el single donde había siete cupos en juego mientras que Rodolfo Collazo y Mauricio López también fueron sextos en el doble par ligero, donde había sólo tres plazas en disputa.
"Creo que el retorno de Osvaldo Borchi a la selección aportó muchísimo por todo su conocimiento y porque además se complementa muy bien con Ruben Scarpati", expresa sobre su cuerpo técnico.
En la recta final de su preparación compitió en las etapas de Copa del Mundo de Lucerna y Poznan. Además ganó el Nacional suizo y entrenó 20 días en la altura del DF mexicano: "Creo que he mejorado mucho técnica, física y hasta mentalmente; estoy preparado para combatir con el que sea y estoy en el mejor momento de mi carrera", dice de cara a Río. Con orgullo y sabor a revancha.