Esta noche desde la hora 22 en el gimnasio Bellini se vuelven a enfrentar las dos casacas más representativas del básquebol mercedario: Remeros y Praga.
Nacieron en distintas circunstancias y por motivos o razones totalmente disímiles.
Sólo 8 años dista la fundación de uno y otro. El 16 de enero del 1925 un grupo de amantes de los deportes acuáticos y por querer aprovechar nuestro hermoso río Negro, se reunieron para fundar un club. Por el otro lado el 12 de agosto del año 1937 un grupo de jóvenes apadrinados por el Profesor Pasheff se reunieron para practicar las mismas disciplinas que llevaban a cabo en la plaza de deportes; pero ahora más formal.
Seguramente aquellos muchachos de uno y otro equipo hace casi un centenar de años, no tendrían ni idea que acababan de fundar quizás los clubes más grandes del Departamento de Soriano y porqué no del interior del país.
Y su razón social no fue el básquet, pero era tal la efervescencia que se vivía por esa época con el deporte, que hoy le adjudicamos al picar de la naranja que no demoraron en practicarlo.
A partir de allí la grandeza los unió y la rivalidad los separó.
Porque los dos equipos más grandes de la ciudad y del departamento, hermanos en su inmensidad, de a poco se fueron trasformando en acérrimos rivales.
Y ni bien surgió el deporte cesteril empezaron a aparecer valores de uno y otro bando, tanto, que muchos fueron figuras a nivel nacional e internacional y muchísimos vistieron la más linda de todas, la camiseta de la selección uruguaya.
Qué decir, en uno de los equipos de los Grissi, los Viñuela, los Sáenz, los Zubiaurre, los Vanerio, los Nazar Rodríguez; más acá los López, los Echegoyen, los Borges, los Laborda, y si venimos más acá los actuales y vigentes: los Correa, los Siniestro, los Facu Ferreira, los Joaquín Rodríguez (hoy en la selección Uruguaya mayor) y el futuro en los Porras, los Brum por nombrar un par. En el lado de enfrente: los Ruso Morales, los Cazzola, los Arricar, los Guastavino, los Belén, los Invernizzi, los Haller, los Guillén, los Salvo; más acá los Rivera, los Poroto Morales, los Demian Álvarez y los que están ahí a punto caramelo, los Lavista, los Nolé, los Birriel, los Antúnez y tantos y tantos que vendrán. Más tiempo necesitaríamos para nombrar una lista tan inmensa de jugadores de uno y otro bando.
Uno ganó 36 campeonatos, el otro 24, entre ambos ganaron 60 títulos.
Una vez me lo dijo un loco “en Uruguay, Argentina, China, Japón y en la luna si hubiera un Campeonato de algo, van a existir cuadros grandes y cuadros chicos”. Sin querer en una frase dijo mucho.
Remeros - Praga – Praga - Remeros
El Clásico de todos los tiempos.
Joselo Benavídez