Pierre Webo fue tricampeón uruguayo con Nacional en 2000, 2001 y 2002, y volvió al club por la mitad del Torneo Clausura, después de casi 16 años, con una misión que no era secreto para nadie. Aunque el camerunés indicó que “como lo hablé con el ‘Cacique’ (Alexander Medina) mismo, me dijeron que yo venía a sumar”. El objetivo obvio era ganar un campeonato que a los tricolores se les complicó en el último tramo de la temporada, al extremo de que al final se les terminó yendo de las manos.
Sin embargo, el delantero africano cumplió una misión secreta, de carácter diplomático, que transcurrió casi en el anonimato: por encargo del gobierno de su país. Se interiorizó todo lo que pudo de los lineamientos que caracterizan al proyecto desarrollado por Oscar Washington Tabárez al frente de las selecciones nacionales.
“Recibí directivas del Ministerio de Deportes de Camerún para ser embajador del país, y estamos haciendo cosas para mejorar nuestro fútbol”, explicó el atacante, agregando que “una de esas cosas es ver cómo se trabaja en otros continentes para dar una mano a nuestro pueblo, y fue por eso que me preguntaron si, al volver a Uruguay, podía elevar un informe de cómo se trabaja a nivel de selecciones en el fútbol uruguayo”.
Webo cumplió con su misión oficial. “Hablando con el Dr. (Edgardo) Barbosa, que es uno de los médicos de Nacional y de la selección, se concretó la idea de ir al ‘Complejo Celeste’ para ver cómo es el lugar, y cómo es el proyecto y el trabajo que desarrolla el maestro Tabárez”.
Ratificó su idea de exportar el proyecto celeste a su país, porque "hay procesos similares en varios lados: Francia, Bélgica, España…tienen una manera de jugar, de interpretar el fútbol, y en esa elite está Uruguay. Para nosotros (Camerún) es un ejemplo muy especial, porque no participó en el Mundial 2006, y después salió cuarto en 2010, octavo en 2014 y quinto en 2018, lo que marca la importancia del proyecto que un país chico pudo y supo llevar adelante”.