Lionel De Mello, flamante presidente de la Confederación Atlética del Uruguay, tiene el grupo dirigencial del atletismo sudamericano saturado de mensajes de felicitaciones por la actuación del uruguayo.
Las felicitaciones, la emoción, el reconocimiento por el histórico logro alcanzado están en ebullición. Pero tanto De Mello como el atleta ya proyectan lo que se viene. En el desayuno de ayer -una cábala que se mantuvo a lo largo de la estadía en la Villa- repasaron cada momento de la prueba. Pero silenciosamente cada uno pensaba en el futuro que se viene. En las puertas que se abren. Y, sobre todo, en lo que se necesita para seguir creciendo.
Lo primero que se viene es la etapa final de la Liga de Diamante a disputarse en Bruselas el 6 de setiembre. "Ya hay que preparar competiciones en Europa", dice De Mello. Lo siguiente será buscar marca para el mundial del año que viene.
"Hay que sumar esfuerzos para darle la viabilidad económica que necesita, este es un nuevo inicio porque su techo lo permite ya que tiene muchas perspectivas. Emiliano manejó muy bien su carrera, no apuró etapas en su desarrollo, lo cual es mérito del entrenador que lo formó, Luis Sotura, y técnicamente tiene más para dar. Para un saltador de 8,16 metros hacer 8,14 m y 8,10 m en un Juego Olímpico demuestra que no es fruto de la casualidad tiene muchas perspectivas. Hay que buscar entre todos: el Comité Olímpico del Uruguay, la Secretaría Nacional del Deporte y sobre todo sponsors privados, acompañarlo rumbo a Tokio 2020, pasando por los mundiales previos y todo el proceso olímpico: Juegos Odesur y Juegos Panamericanos porque nos va a dar grandes alegrías", sostuvo De Mello.
"Emiliano tiene una solidez enorme en las bravas. Durante su proceso de preparación, en 2014 se le terminó la beca IAAF y el entrenador que tiene en Brasil lo siguió entrenando de forma honoraria, lo que habla muy bien de Nelio Moura, pero son responsabilidades que no estaban resueltas, que a Emiliano lo amargan y lo ponen nervioso. Él no tiene empresas en Uruguay que lo apoyen económicamente, más allá de Directv que le hizo un contrato puntual por estos Juegos. Pero lo importante son los procesos, no los meros resultados. Él a este nivel es muy consciente de que está en un proceso y eso demostró su realidad", agregó.
"No tengo duda de que ahora ese bajo perfil que lo hace tan querible por todo el mundo, va a ser una fortaleza para que, entre todos, encontremos los caminos para apoyarlo como es debido", dijo.
El apoyo que
ya es seguro
Lasa ingresó poco antes de viajar a los Juegos al ejército en la Unidad Deportiva Militar que dirige De Mello y que trabaja en la órbita del Ministerio de Defensa. "La vacante deportiva militar no está atada a un resultado deportivo. Él ahora tiene un contrato por incorporarse a las Fuerzas que se ven beneficiadas con su ejemplo y prédica", dijo De Mello.
"Brasil tiene 144 competidores de Fuerzas Armadas, la novia de Emiliano (Fabi Moraes, 100 vallas) es una. Acá no le da gran dinero porque ingresan por soldado y en Brasil tienen diferentes rangos de la carrera militar. Chile tienen el escalafón deportivo militar, ojalá que en Uruguay se pueda trabajar el modelo para que esto exista. La vacante le asegura un sueldo, seguridad social, sanidad militar y acceso a las infraestructuras militares. Ya no es una beca, no es un regalo, es el pago por un trabajo que le hace a la nación, al país. Emiliano trabaja de esto, y a los 26 años ahora va a poder aportar a caja. Ayer los uruguayos tuvieron una alegría porque alguien que trabaja de esto, consiguió lo que él logró representando al país".