Una de las sobrinas nietas de Maeso, la Dra. Paola Maeso, estuvo presente ayer en Villa Soriano reviviendo lo que ella pudo disfrutar cuando era niña al llegar a la antigua casona ubicada en Ana Monterroso de Lavalleja y Requena en Montevideo, donde en dos plantas, se ubicaban en infinidad de vitrinas los cientos y cientos de piezas que se exponían con un detalle muy minucioso.
La profesional indicó que no llegó a conocer a su tío, pero sí disfrutó varios años de las historias de Leila Tuya con quien compartieron varias tardes de diálogos infinitos, donde era más fácil incluso, conocer la historia.
Señaló que todos quienes quisieron llegar al museo podían hacerlo porque siempre estaban las puertas abiertas para recibir al público y en cada uno de los años del colegio, una vez al año era el paseo obligado.
Su tía fue incansable en reiterarles historias de cada una de las piezas, buscando quizá -afirmó- que quedara en sus memorias algo de cada uno de los relatos.
Al producirse esta reinauguración Paola afirmó que “toda la familia está emocionada por este hecho, porque entendíamos que estas piezas tienen tanto valor que merecen ser exhibidas y compartidas por todos.
Tener hoy un museo con su nombre y lograr ese reconocimiento a años de trabajo, nos llena de satisfacción, valorándose así tantos años de dedicación”.