“Los Positivos” plantearon en su propuesta a la risa como antídoto para curar los miedos que muchas veces detienen, destruyen, opacan, a los seres humanos.
El miedo como hilo conductor de todo el espectáculo. Comienzan a aparecer personajes como la maestra, varios alumnos para hablar sobre el problema de la educación y los cambios en los programas, la educación sexual.
Señalan en su presentación el daño que produce el miedo enumerando la pérdida de valor por uno mismo, hiere la autoestima, oprimen el alma e impiden el progreso pero como contrapartida ofrecen la risa como antídoto que no puede fallar y que a los cucos ahuyenta.
A su espectáculo lo denominaron como “El Contra ataque de la risa” e insisten que el peligro no está afuera sino adentro de uno mismo.
Durante la humorada surgen varias situaciones que provocan risas del público y que tienen que ver con realidades sociales participando un joven virgen, un cantinero, una madama, un cantante, un doctor. No faltó el lenguaje inclusivo así como tampoco el subido de tono que causó efecto contrario al buscado.
Se retiran Los Positivos anhelando en la despedida que por un momento el miedo haya retrocedido y la risa ganado un lugar en la vida de cada uno, invitando a luchar, a querer la vida, a tener un sueño, a encontrar el amor verdadero.
Vestuario y escenografía simples pero justos para la propuesta. Tuvo altos y bajos el espectáculo, calidad vocal media, solos muy gritados y pocos claros.
La agrupación llegó desde Fray Bentos y se trata de un grupo fundado en el año 2009 con la dirección responsable de Javier Montesdeoca, director escénico Víctor Martínez. La puesta en escena es competencia de Víctor Martínez, los arreglos corales son de Roberto adilla, los textos de Mario Príncipe. La coreografía es responsabilidad de Michael Palacio, maquillaje de Víctor Martínez y Daniel Saavedra.