La Celeste lo intentó con las armas que
tuvo, pero la ausencia de Edinson Cavani y los dos errores que propiciaron los
goles del equipo francés fueron un hándicap demasiado difícil para remontar.
El guión previsto por el técnico Tabárez
estuvo cerca de cumplirse a la perfección en la primera parte, pero un error de
Rodrigo Bentancur, quien perdió el balón y cometió una falta a cinco minutos
del descanso, propició el tanto inicial de la selección gala.
El preciso cabezazo de Raphael Varane, a
pase de Antoine Griezmann, fue la única oportunidad que tuvo Francia entre los
tres palos de la portería uruguaya en todo el primer tiempo.
Uruguay reaccionó de inmediato y pudo
empatar por intermedio de Martín Cáceres, pero su cabezazo potente y abajo fue
parado de manera magistral por el portero francés, Hugo Lloris.
Sin muchas opciones en el banquillo para
cambiar el partido, Uruguay se fue quedando sin respuestas ante una Francia que
crecía con el paso de los minutos y cada vez más se hacía con el control del
partido.
Fue así que llegó el segundo gol, cuando
Griezmann probó suerte con un disparo desde la esquina del área y el balón
quemó las manos de Muslera para irse al fondo de la red.
El clamoroso error del portero uruguayo
acabó con la ilusión y la fuerza uruguaya, que siguió luchando, pero ya sin
energía ante una Francia que se dedicó a mover la pelota y cerrar la victoria
sin pasar apuros.
Francia llega a su primera semifinal
desde 2006, mientras que Uruguay se despide de Rusia 2018 con la sensación que
pudo haber llegado más lejos.