Cuando la altura de las aguas aún cubría la pasarela que une la rambla y la isla del puerto, se podía apreciar restos de un árbol que ahora ha quedado sobre la propia estructura, como así también otros troncos y ramas que siguen generando desgaste en la estructura.
En las próximas horas personal municipal procederá a cortar el árbol y también se procurará retirar la mayor cantidad de ramas posible, para luego hacer una evaluación de la estructura y realizar las reparaciones necesarias.
La punta este de la isla también está ya fuera del agua y allí se observa la erosión que ha provocado la creciente. A medida que el agua comience a despejar los restantes lugares de la isla se comenzarán a realizar las evaluaciones y se destinarán cuadrillas para tareas de limpieza a fin de ir acondicionando el paseo.
Lo cierto es que esta última creciente que afectó la zona costera por más de tres meses, ha provocado destrozos pero principalmente la pérdida de más especies de árboles que son irrecuperables, dado que aunque se planten nuevas, se necesitan muchos años para lograr la sombra ideal.