En nuestra ciudad se organiza anualmente una movida que se denomina “ JAZZ A LA CALLE”, que lleva ya 10 años de realización, concentrándose en un sitio que se presta favorablemente para poder apreciar en su plenitud su desarrollo. 

Dicho lugar es lo que se conoce como LA MANZANA 20, denominación que hace referencia al número que le corresponde catastralmente en el damero urbano de la ciudad.

Es un gran espacio tomado por el Municipio para desarrollar en él no sólo espectáculos al aire libre, para cuyo cometido se presta admirablemente, sino también para el desarrollo de distintas actividades culturales como exposiciones, actuaciones musicales, presentación de artesanías y diferentes actos de interés para la población.

Se han realizado en ese lugar por ejemplo, también anualmente, el “Festival de LA ROSA” en el cual se exponen multitud de especies en distintos estados de desarrollo y presentadas en diversas formas como pimpollos, variedades, la mejor rosa, ramos, etc. y también la competencia denominada “SORIANO COCINA”, en la que participan distintos “chefs” de diversos lugares, presentando diferentes recetas, preparaciones, comidas, productos, etc.

Tómese todo lo antes dicho como un preámbulo a lo que diremos con referencia al recordado músico, nacido en Mercedes, de fama diremos mundial, nacido allí a pocas cuadras de ese lugar, exactamente a 3 cuadras en el hogar de la familia Mernies, donde vivieron sus padres Carlos Warren y Rosa Mernies en el número 16 de la vieja calle Alzaga. 

(Para quienes desconocen esos datos aclaramos que el número de puerta pertenece a la antigua numeración que comenzaba justamente en la esquina de la calle Buenos Aires y la calle de su frente, que fue luego denominada Florida y hoy es la que se conoce como de Castro y Careaga. 

Justamente Buenos Aires – hoy llamada Dr. Ricardo J. Braceras -, era el otro frente de la casa y de su amplio terreno, ya que la propiedad ocupaba casi una cuarta manzana. Es hoy sede  del moderno edificio del Banco de Previsión Social.)

Allí transcurrió su infancia, intercalados sus tiempos con períodos en la estancia de la familia Warren en el paraje Cololó, rodeado de una muy numerosa familia en la que tuvieron también inclusión distintos personajes que son también recordados en esta ciudad.

 El nacimiento de Carlitos se produjo el 12 de marzo de 1891 en nuestra ciudad, siendo inscripto el mismo en la Iglesia Parroquial recién el 26 de setiembre de 1900 con el nombre de Carlos Alberto, figurando como hijo natural de sus padres. En esa inscripción actuaron como padrinos Dionisio Viera y Rosalía Mernies de Delgado.

Fue su padre un destacado abogado que ejerció su profesión principalmente en tierras argentinas, destacándose también como periodista, escritor y profesor en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay (R.A.) del cual llegó a ser Vice Rector.

Su madre integrante de una familia de las primeras épocas de la ciudad, familia numerosa, dominaba la técnica del piano, en la que inculcó su cariño por las notas musicales en su hijo Carlos.

 Fue este también alumno del recordado maestro y profesor don José Segú, actuando en casas de familia de su lugar natal, donde se recuerda interpretando el tango “Cololó” de otro mercedario, el músico Santos Rotali.

A los 17 años se traslada a Gualeguaychú pasando luego a Buenos Aires, junto a otro compañero, abandonando su familia para probar fortuna.

 Actúa en distintos salones nocturnos, interpretando tangos y milongas, música de moda entonces en las décadas del 10 y principios del 20 del siglo pasado, interpretando melodías que gustaban a los concurrentes de esos lugares. 

Confirmando lo dicho, reproducimos aquí un documento que reafirma el que, al comienzo, el tango se bailaba entre hombres, estando estas fotos tomadas en un paseo campestre de una institución deportiva de nuestra ciudad, apreciándose las numerosas parejas todas integradas por varones.

 Hay otras versiones que dicen que se practicaba así en los burdeles, mientras los hombres esperaban la atención de las pupilas de esos lugares.

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Su actividad se vuelca luego en Montevideo, actuando en el “Moulin Rouge” junto a otros músicos durante distintas temporadas, hasta que un incidente policial que termina en la muerte de Francisco Zerbino, produce la clausura de ese local debiendo cesar por lo tanto, transitoriamente, su relación con la noche montevideana.

Luego de dos años retorna junto a Minotto e incorporando en su conjunto a Federico Laffemina y Juan Brócoli ambos violinistas.

A raíz de distintas circunstancias, las orquestas tienen deserciones o cambios de integración, siendo varias en las cuales se desempeñó Warren, recordando la que integró con Arolas con quien actuó en Carrasco y en el Parque Hotel.

Comienza luego a desempeñarse en el Club Uruguay, lugar paquete en Montevideo, en el que actuó durante varias temporadas. Hasta entonces interpretaba en general, como dijimos, tangos y milongas.

En Europa había comenzado a imponerse otro ritmo denominado “foxtrot” que se interpretaba en salones, trasladándose esa novedad a Buenos Aires donde atraía a la sociedad de cierto lustre.

En la década de 1920 se forma la 1ª. Orquesta de Jazz en nuestro país con la dirección de Carlitos Warren como director y pianista, con la compañía de Martín Pons en flauta, Rafael Vinci en saxo, Julián González en batería, Edgardo Donato y José Pécora en violines.

A partir de entonces su actuación fue solicitada en distintos sitios donde se realizaban bailes y reuniones familiares, destacándose la actuación que realizara en la casa de los esposos Miguel De Lasala y Sara Supervielle, en la capital, en la que interpretó ese nuevo ritmo, el que con notas del “foxtrot” transformó en jazz.

Con casi la misma integración indicada y en una recepción a los integrantes de la armada estadounidense comandada por el Almirante Capperton, se realizó por primera vez en tierras uruguayas, una programación en base al jazz, por lo que se considera a nuestro coterráneo Carlos Warren como el primer director, fundador e integrante de la primera orquesta de jazz del Uruguay.  

   Carlos Warren fue contemporáneo e intimó con quienes se destacaban en los primeros tiempos del tango como Roberto Firpo, Francisco Canaro, Osvaldo Fresedo, Matos Rodríguez, Contursi y hasta Carlos Gardel, quien en alguna oportunidad lo fue a escuchar en el Cabaret Alcázar.

Carlos Gardel escuchó la música de la  primera orquesta de Jazz de Carlos  Warren

Falleció Warren el 21 de octubre de 1953.

Futura sede de “JAZZ A LA CALLE” ubicada en Paysandú e Ituzaingó la que está siendo refaccionada y adaptada para que sirva de escuela de futuros músicos locales

Se anunciaba a comienzos de 1927  la presentación en 4 funciones de la Orquesta de Jazz- band de Carlos Warren en el Cine Roma con 7 profesores, entre ellos el célebre bandoneonista Minotto, el compositor criollo Edgardo Donato, con el “chansonnier criollo” Carlos M. Catán- contratada por la Empresa Max Glucksman.-    

Llegó por tren el 16 de enero y debutó el lunes 17 de ese mes y año, suscitando favorables comentarios. En los entre actos y las películas que se exhibían actuaba también la orquesta Postiglione.

El día 21 luego de 4 funciones continuas siguen a Paysandú en su fructífera gira.

Quisimos referirnos a este tema relacionándolo con “Jazz a la Calle” para rescatar la figura de Warren por ser nuestro y por ser poco mencionado en esta actividad, por lo que lo incluimos en “Casos y cosas” a recordar.

[Referencias de “Avlis”, Santos Pírez, Horacio Loriente, Walter Celina, diario La Epoca].