Mientras en Europa se desarrollaba la tremenda Primera Guerra Mundial con el doloroso saldo de cientos de miles de muertos, en nuestro país y en particular en nuestro suelo la vida seguía, con algunos inconvenientes sí, pero casi naturalmente.

En notas anteriores en que describíamos los acontecimientos que se sucedían en nuestro departamento, hacíamos referencia a que los vecinos no desaprovechaban  los distintos espectáculos, reuniones, teatros y entretenimientos que uno tras otro se ofrecían en los distintos lugares acondicionados al efecto.

Pero no todo era diversión pues la vida comercial y su relación con la producción que aportaba la campaña se notaba diariamente con la llegada de los numerosos veleros y vapores al muelle de esta ciudad, así como el arribo del ferrocarril que poco a poco superaba sus primeros inconvenientes al no llegar aún a su mayoría de edad.

En los alrededores del muelle “Comercio” se agrupaban distintos lugares que servían de hospedaje diario u ocasional a marineros, audaces viajeros que salían a recorrer lugares desconocidos, peones y changadores, en los que también se realizaban reuniones bailables habituales y en los que merodeaban damas de la noche, produciendo todo esto males sanitarios que se traducían en enfermedades contagiosas muy habituales en la época.

La prostitución se quería atacar de diversas maneras y en la prensa de entonces, cada pocos días se noticiaba que habían sido enviadas a Montevideo al “Sifilocomio” varias mujeres de vida licenciosa, dando nombres y apellidos, conducidas por el sargento o el guardia civil tal o cual en el tren, pues de esa manera se trataba de preservar la salud de los jóvenes incautos. Se comentaba también, por igual método, la existencia de 2 casas dedicadas a ese destino a sólo 2 cuadras del centro de la ciudad, estableciéndose las direcciones de las mismas.        

En otro orden se renovaba la Comisión directiva de la Asociación Rural incorporando a Pedro Hounie como Presidente, a Felipe Bidegain como tesorero y a Eduardo Perera como vocal.

Relacionado con la producción rural se criticaban las tarifas que cobraba el ferrocarril por el transporte de cueros y bolsas de lana, así como de algunos granos que se enviaban a las barracas de Montevideo, lo que hacía que los productores enviaran en largas filas de carretas con bueyes y carros suizos, esos productos hacia la capital, abaratando costos, lo que se apreciaba en los diferentes caminos de entonces.

Los avisos que promovían el Extracto de Malta, un energizante de la época para físicos débiles de los niños, detallaban los nombres de los médicos del medio que lo recomendaban nombrando a los doctores Alberto Cima, Salvador E. Burghi, Manuel Ferrería, Raúl F. Bogliaccini, Carlos D. Gastelumendi y  Rafael Pazos y se establecía que se podía encontrar  en todas las farmacias, siendo su Agente local el  comercio de Maglia Hnos. (sería hoy en 18 de Julio y Fcio. Sánchez). 

Se habían comenzado a construir algunos edificios de buenos materiales, pero también se hacía mención a las ruinas amenazantes de un edificio colonial que amenazaba desmoronarse y que sólo servía como retrete salvador de los necesitados.

Mientras se comunica que se reabre el Politeama Colón por los Sres. Lluch y Fresco quienes dejan el Salón “Variedades”, remozando aquel y dotándolo de nuevas comodidades.

Se adjudica a la Empresa Ruggiero por la suma de $ 14.651,22 la realización de las obras de la continuación de la Rambla entre la passarella y el muelle Comercio, a propuesta del Intendente Luis A. Zanzi; las mismas consistirán en “cimentar el muro que correrá desde la escalera de acceso a la Passarella hasta el Muelle Comercio, con pilares de piedra cementadas de Pórtland, distanciados en 6 metros y haciendo correr sobre ella una viga de hormigón armada en la que se asentarían cornisas, pilares y baranda”. Se discute sobre que hay que realizar un terraplenamiento y consolidar el talud con gramillas. 

En esos días se prohibe ingresar a la Isla a través de la Passarella, desconociéndose las causas, aunque se supone que es para evitar las miradas de los caballeros al dirigirse al sitio que tienen designado para sus baños veraniegos al pasar próximo al  espacio reservado para las damas en la parte norte de la Isla.

En el primer día del año 1918 se hacen cargo de la Empresa de electricidad, los empleados del Consejo de la Luz Eléctrica de la Capital, comisionados para ello, al pasar a ser explotada dicha empresa por el Estado. Fue vendida por los Hnos. Preve en la suma de $ 93.600 y se anuncia que quedarán en sus puestos el Gerente Héctor Olivera Fonseca y el mecánico Andrés Cervera.  

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También para el 25 de enero de 1918 se dice que “se han terminado los trabajos en la “Nueva Plaza de Ejercicios Físicos”, habiendo estado los trabajos de obra de carpintería a cargo de la Empresa de Pedro Broggi debiendo reconocer el buen gusto puesto en ello, lo mismo que los trabajos de pintura al cuidado del Sr. Nicolás Funari.

El terreno de la plaza ha sido debidamente nivelado y ahora se está echando la tierra necesaria en los sitios en que han de colocarse las plantas de adorno que han de hermosear dicho paseo.

Después serán colocados los aparatos de gimnasia encargados a Norte América y en breve se inaugurará esta nueva plaza de ejercicios físicos con una fiesta pública, cuyo grandioso programa ha de llamar justamente la atención”. 

En ese tiempo también se estaba construyendo el Teatro de Verano, exhibiéndose allí también películas durante aquella estación, siendo muy concurrido, pero llamaban la atención de la autoridad sobre los malos olores que despedían los baños ubicados debajo de los pisos del mismo, lo que ameritaba que los vecinos ansiaran que el  Río mediante unainundación invadiera esos lugares                      

En esos días llama la atención un desafío público a través de la prensa que realiza José D´Acosta contestando unas apreciaciones que a través de otro diario realiza un Sr. Schualer. Estas son las palabras de D´Acosta: “En cuanto a que no soy campeón, ese “gran atleta” al afirmarlo se aventura demasiado, porque no me conoce, ni me ha visto entrenar y así como el pretende demostrar que puedo dar poco, puedo dar mucho.  Allá lo veremos”.

“Hago presente a ese “tigre” que apuesto $ 700.- a cualquier profesional de la República, que no pasando de mi peso actual (66 kilos) logre vencerme en mis ejercicios de fuerza y destreza y apuesto igual suma a toda persona que no excediendo de 70 kilos (peso al que alcanza uno de mis discípulos) los sobrepuje en los ejercicios que presentarán. Y para concluir manifiesto a ese señor, que estamos dispuesto a medirnos con él, siempre que deposite $ 500 que perderá si no logra vencerme en mis ejercicios y $ 500 si no logra realizar los que hacen mis discípulos”.

Advierto al Sr. Schualer que pese lo que pese le aceptamos el desafío y ya que se considera “gran Hércules” está obligado moralmente a aceptar las dos   apuestas. Hechos y no palabras. José A..D´Acosta”.

Era la época en que se había comenzado a practicar deportes con algo más de intensidad; ya hablamos de Skating, de los encuentros de tennis (así se escribía), del ciclismo, que poco a poco iban suplantando a los movimientos gimnásticos, las pirámides humanas, la esgrima, el box  y poco más que se practicaba entonces.

No nos olvidamos del football cuya Liga ya se había constituido en 1909 pero con unos pocos clubes.

Por eso llama la atención algunos encuentros de básquetbol que se realizaban como algo muy especial, enfrentándose en la Plaza Funes (donde hoy está el Liceo Campos) los equipos de la Empresa Ulen – la que estaba implantando el saneamiento- y el Club Sportivo Mercedes, triunfando los primeros por 26 a 16 (nos sorprende hoy ese escaso tanteador).                      

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La llegada de la correspondencia en una época en que la comunicación se centralizaba sólo en la telefonía con sus constantes dificultades para escuchar lo que se esperaba oir, era aguardada con expectativa, produciéndose problemas, pues en parte venía por río por los vapores desde Buenos Aires y puertos del litoral y luego de desembarcada en Fray Bentos, llegando recién aquí a través de la diligencia desde aquel punto.

Por eso cuando se anunció la inauguración de un correo aéreo entre Argentina y Uruguay que tomará a su cargo el aviador FELS, fue celebrado con entusiasmo.